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todos nos gusta cuando asistimos a centros de trabajo como hospitales, bancos, instituciones o comercios, que nos traten con educación, respeto, amabilidad y prontitud, que nos resuelvan con profesionalidad nuestros problemas, dudas o sugerencias, ayudándonos a realizar nuestros tramites, solicitudes o compras de la manera mas acertada y rápida posible.
Esto es lo que persiguen los mejores empresarios, jefes de grupo y profesionales de la contratación de personal, ardua tarea la suya, separar el trigo de la paja y encontrar verdaderos profesionales en cada sector. Después de este trabajo complicado que supone encontrar a dichos trabajadores cualificados, nos encontramos, que en el mundo laboral, sobre todo en grupos de trabajo numerosos, están apareciendo cada vez con mas frecuencia, el denominado como sujeto/a MIA, estos sujetos/as, se caracterizan por hacerle la vida imposible al trabajador competente, por destacar en el ejerció de sus funciones, ser metódico y ordenado en su trabajo, o simplemente amable con los clientes, produciendo más para la empresa y beneficiando a su vez a los que asisten a dichos centros al facilitarle las gestiones. Estos obtusos/as incompetentes llegan hasta el punto de aniquilar moral, física y síquicamente a su victima. MIA que es lo mismo que decir, mediocre inoperante activo. Se pasa la jornada laboral tramando su maraña, ridiculizando, ofendiendo y en ocasiones agrediendo físicamente al trabajador cualificado, simplemente porque pone en evidencia su incompetencia y su dejadez acumulada, estos/as al no ser capaces de rendir al mismo nivel ven peligrar su puesto de trabajo. Por este motivo se comportan como encantadores de serpientes, se rodean de un grupo de incondicionales que en ocasiones son los que hacen el trabajo sucio, estos cómplices de tamaña injusticia son tan culpables como los propios instigadores del acoso moral o “Mobbing” que practican los sujetos/as MIA.
Estos/as obtusos/as incompetentes dan al traste con el trabajo realizado por empresarios y contratantes, perjudicando a las empresas de manera importante en forma de disminución de la productividad de los verdaderos profesionales y bajas laborales de los mismos.
La solución a este problema, en el mejor de los casos pasa por el cambio de departamento del agredido/a, esto en los centros que ello es posible, una injusticia bajo mi punto de vista, pues es retirado de su puesto de trabajo la victima, no los verdugos, que en mi opinión deberían de ser despedidos fulminantemente de la empresa en la que “trabajan”, ya sea particular, estatal, regional o local. En otros casos no pasa absolutamente nada, más que el propio trabajador arto y asqueado de la situación se marcha de la empresa. Pero esto no es lo peor, hay casos en que la victima del acoso moral queda afectada de por vida, no pudiendo volver a ejercer su trabajo, perdiendo así su puesto, su autoestima, su reputación y su salud, llegando incluso al suicidio en algunos casos.
Pensémonos bien cuando nos reímos o insultamos a un compañero por que la mayoría lo hace o ponemos trabas a su trabajo por que es muy meticuloso, o por que rinde más que nosotros mismos, podemos estar dañando irreparablemente a una persona por el simple motivo de ser competente.
Espero y deseo que sea cierta y se lleve a cabo la información de que el gobierno va a endurecer la legislación del acoso moral en todas sus facetas llegando incluso a penas de cárcel para los inductores del mismo, cuando el Psicólogo o Psiquiatra así lo diagnostiquen y lo denuncien.